Cuidar y fortalecer las amistades cuando tienes esclerosis múltiple
A veces, los amigos de una persona con esclerosis múltiple (EM) pueden tener algunas dificultades para comprender los cambios de la enfermedad. Mientras algunos de los síntomas son repentinos y evidentes, otros como la fatiga o el dolor son menos visibles y aparecen progresivamente.
Para que una amistad sea saludable es importante tener empatía y una buena comunicación. No se pueden controlar las acciones ni reacciones de los demás, pero sí se puede:
Aprender a gestionar y comunicar aquello que se necesita.nnCompartir información de referencia y recursos en línea que permitan a los demás aprender sobre la esclerosis múltiple.nnHacer partícipes a los demás, por ejemplo, invitando a un amigo a alguna cita médica. Esto le permitirá escuchar en primera persona las implicaciones de la enfermedad y nos puede ayudar a compartir dudas o tomar decisiones.nnReservar tiempo para nosotros. Decir “no” cuando necesitemos descansar, explicando nuestras necesidades y entendiendo las de los demás.nnRecordar que no tenemos por qué mantener todas las amistades. La vida de las personas puede cambiar y evolucionar y, a veces, eso conlleva que algunas personas se alejen y aparezcan otras. No siempre conseguiremos compartir aquellos aspectos que nos resultan esenciales para mantener una amistad, de modo que merece la pena invertir nuestro esfuerzo para fomentar las relaciones que nos llenan.nnAbrir nuevos frentes y conocer a otras personas con EM: suele ser más fácil compartir determinados aspectos cuando la otra persona los vive de primera mano.