Verduras: hortalizas de hoja verde y lechuga como kale, col, espinaca, acelga, cebollas, coliflor champiñones, coles de brúcelas, alcachofa, vainitas, apio, rábanos, berros, nabo, espárragos, ajo, hinojo, jengibre, jícama, perejil.
Frutas bajas en azúcar: frutos rojos como arándanos, frambuesas, moras, frutilla, aguacate, pepino, pimientos, tomate, zuquini, berenjena, limones.
Alimentos fermentados: yogur, frutas y verduras encurtidas.
Grasas Saludables: aceite de oliva extra virgen, aceite de ajonjolí, aceite de coco, mantequilla clarifica o ghee, leche de almendra, coco, aguacate, aceitunas, nueces, semillas como linaza, girasol, calabaza y chía.
Proteínas: huevos pescado, mariscos, carne de res, cordero, hígado, pollo, pato, ternera.
Hierbas, sazonadores y condimentos: como cúrcuma, mostaza, rábano.
Ingerir con moderación: leche y crema de vaca, endulzantes como Stevia, frutas muy dulces y legumbres.
Una forma útil de aumentar el consumo de vegetales en mi familia (y digo mi familia, porque todos cambiamos nuestra alimentación), ha sido tomar jugos verdes en las mañanas utilizando 2 o 3 vegetales y una fruta, por ejemplo:
Otra opción puede ser:
Ahora, quiero comentarles de mi experiencia personal usando esta guía de alimentación que implementé hace aproximadamente cuatro (4) años cuando apareció la esclerosis múltiple en mi familia.
El primer órgano que sientes mejor es el intestino, esto se refleja en una mejor digestión y sensación de bienestar después de comer, luego te sientes con más energías para realizar todas las actividades diarias desde pensar hasta actividades físicas, después se observa como la frecuencia de las gripas va disminuyendo, al igual que los dolores de cabeza y el nivel de cansancio físico.
Finalmente los invito a leer a profundidad y utilizar este libro ALIMENTA TU CEREBRO como una herramienta para cambiar su alimentación y créanme a mí y a mi familia solo nos ha traído buenos resultados.
Sandra Liliana Pérez.